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sábado, 29 de octubre de 2016

Dormid tranquilos

Baldomero Fernández Moreno

Dormid tranquilos, hermanitos míos,
dormid tranquilos, padres algo viejos,
porque el hijo mayor vela en su cuarto
sobre la casa y el reposo vuestro.

Estoy despierto, y escuchando todos 
los ruidos de la noche y del silencio:
el suave respirar de los dormidos,
alguno que se da vuelta en el lecho,
una media palabra de aquel otro
que sueña en alta voz; el pequeñuelo
que se despierta siempre a media noche,
y la tos del hermano que está enfermo.

Hay que educar a los hermanos chicos,
y aseguraros días bien serenos
para la ancianidad. ¡Oh, padre y madre, 
dormid tranquilos, que yo estoy despierto!