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sábado, 7 de mayo de 2011

Un vals para mi madre (poema)

Cielito lindo (más de un siglo)

Felicidades madrecitas

Felicidades a todas las madrecitas en: Estados Unidos, Brasil, Ecuador, Colombia, Austria, China, Croacia, Cuba, Filipinas, Finlandia, Grecia, Holanda, Honduras, Italia, Japón, Puerto Rico, Suiza, Taiwán, Turquía, Perú, Alemania, China, Cuba, Canadá, Dinamarca, Australia, Venezuela, entre otros, que este segundo domingo de mayo celebran su día.
También reciban un atento y fraternal saludo todas las madres en El Salvador, Guatemala y México que celebrarán su día el 10 de mayo. 
Bendiciones a todas. 

viernes, 15 de abril de 2011

Un rancho y un lucero

Un día —primero Dios!—
has de quererme un poquito.
Yo levantaré el ranchito
en que vivamos los dos.

¿Qué más pedir? Con tu amor,
mi rancho, un árbol, un perro,
y enfrente el cielo y el cerro
y el cafetalito en flor...

Y entre aroma de saúcos,
un zenzontle que cantara
y una poza que copiara
pajaritos y bejucos.

Lo que los pobres queremos,
lo que los pobres amamos,
eso que tanto adoramos
porque es lo que no tenemos...

Con sólo eso, vida mía;
con sólo eso:
con mi verso, con tu beso,
lo demás nos sobraría...

Porque no hay nada mejor
que un monte, un rancho, un lucero,
cuando se tiene un “te quiero”
y huele a sendas en flor...

El final... un principio

viernes, 1 de abril de 2011

Los ojos de los bueyes (Alfredo Espino)

¡Los he visto tan tristes, que me cuesta pensar
cómo siendo tan tristes, nunca puedan llorar!...

Y siempre son así: ya sea que la tarde
los bese con sus besos de suaves arreboles,
o que la noche clara los mire con sus soles,
o que la fronda alegre con su sombra los guarde...

Ya ascendiendo la cuesta que lleva al caserío,
entre glaucas hileras de cafetos en flor...
o mirando las aguas de algún murmurador
arroyuelo que corre bajo un bosque sombrío...

¿Qué tendrán esos ojos que siempre están soñando
y siempre están abiertos?...
¡ Siempre húmedos y vagos y sombríos e inciertos,
cual si siempre estuviesen en silencio implorando!

Una vez, en la senda de una gruta florida
yo vi un buey solitario que miraba los suelos
con insistencia larga, como si en sus anhelos
fuera buscando, ansioso, la libertad perdida...

Y otra vez bajo un árbol y junto a la carreta
cargada de manojos, y más tarde en la hondura
de una limpia quebrada, y en la inmensa llanura,
y a la luz de un ocaso de púrpura y violeta...

¡Siempre tristes y vagos los ojos de esos reyes
que ahora son esclavos! Yo no puedo pensar
cómo, siendo tan tristes, nunca puedan llorar
los ojos de los bueyes...

Cañal en Flor (Alfredo Espino)

Eran mares los cañales
que yo contemplaba un día
(mi barca de fantasía
bogaba sobre esos mares).

El cañal no se enguirnalda
como los mares, de espumas,
sus flores más bien son plumas
sobre espadas de esmeralda...

Los vientos —niños perversos—
bajan desde las montañas,
y se oyen entre las cañas
como deshojando versos…

Mientras el hombre es infiel,
tan buenos son los cañales,
porque teniendo puñales,
se dejan robar la miel!

Y qué triste la molienda
aunque vuele por la hacienda
de la alegría el tropel,
porque destrozan entrañas
los trapiches, y las cañas...
¡vierten lágrimas de miel!

El Nido. Alfredo Espino

El nido
Alfredo Espino

Es porque un pajarito de la montaña ha hecho,
en el hueco de un árbol su nido matinal,
que el árbol amanece con música en el pecho,
como que si tuviera corazón musical...

Si el dulce pajarito por entre el hueco asoma,
para beber rocío, para beber aroma,
el árbol de la sierra me da la sensación
de que se le ha salido, cantando, el corazón...