BIENVENIDOS

BIENVENIDOS
Gracias por su visita

José Luis Valle


Recopiló: Lic. Jaime Noé Villalta Umaña
Prof. y Abg.
DE A VUELO DE PÁJARO
José Luis Valle
I
Nunca la magia
Ha necesitado de magos
Ni apologistas
II
Hoy,
La magia pura
Purisísima
Hizo su arribo
Al jardín Munés.
Frente a frente
La vi
Y por
Eso
Intento
Dejar
Constancia, confesión
Escrita, jurada.
III
Son
Dos pichones de tórtola.
En el corazón de un clavelero.
Desnudos. Íngrimos. Sin plumas.
Sin seguro de vuelo.
Mucho menos de vida.
Sin ojos visibles. Sin pañales.
Sin nombre ni apellido.
Menuditos como almendra.
Magia pura. Insisto.
Menuditos, frágiles, indefensos.
Si
Es
Que ya ensayan
Canto,
Ensayan para adentro
En secreto.
Murmurando amores y solfas.
Bisbiseando perplejidades.
Hacia
Adentro. Hacia adentro.
Quedo
Bien quedo.
IV
Porque cantar
Hacia fuera
Es un oficio
Que
Se
Aprende
Lento,
Lento,
Meditando, pausadito,
Piano pianito,
Al oído,
Para decir bien dichos
Los hechos,
Lo que queda del mundo,
Los erizamientos,
La electricidad y los imanes
En la piel de las hembras más hembras.
En fin, en fin
Para decir los puntos y comas
De
La vida,
Sus golpes altos
Y bajos,
La sí y la no justicia,
Las pasiones suicidas,
Los cantos de sirena politiquera,
La demagogia
Y la triquiñuela,
Envueltas en papel higiénico
Y discurso electorero, diarreico.
V
La magia
De la que hoy hablo
Es magia
Sin bemoles
Ni verrugas.
Magia simple y llana.
Sin ases en la manga.
Sin
Máscaras
Ni juegos de cúcara mácara.
VI
Y por esta única vez
Nomás,
Celebro que ningún espantapájaros
Esté de guardia
Ni merodee el nido perfecto
De estos pichones
Síntesis del universo, la existencia,
El beso, la pluma, el vuelo, la nada,
El verbo, la matemática del misterio,
La síntesis
Del todo, el fermento
De filosofías
Y ditirambos.
VII
Digo estas cosas cotidianas,
Rutinarias,
Para que no lo sean tanto.
Para que dejen
De ser
Comunes y corrientes.
Porque al fin de cuentas
Y diatribas,
La poesía
Vale más,
Mil millones de veces más,
Que las bolsas
De valores fraudulentos
De Nueva Cork,
Londres, Roma,
Bonn, México DF, tu madre,
Etcétera.
VIII
Por eso es que estas cosas
Las escribo
Y explicito
Así, sin adornos
Ni pelos en la letra,
Así,
Temblándome la mano
Y los sentidos.
Así. Para que estas cosas
Tan mágicas
De la existencia
Y su reproducción sin tregua,
Sigan enterneciéndonos,
Maravillándonos,
Devolviéndonos la inocencia
Perdida
Hace milenios…
IX
Maravillándonos.
Como al principio del principio.
Cuando el planeta
Y la célula embrionaria, primigenia,
Eran nada más
Y nada menos
Que dos pichones
De Señora Tórtola
Que no cabe entera
En éste
Ni ningún
Otro
Poema.

¿DE HIJOS SUYOS PODERNOS LLAMAR?
José Luis Valle

1
Chico Andá Bañate,
Muerto de una pedrada
Que él mismo le tiró a la vida.
La Pedrina santaneca,
Lavando sus afeminadas arrugas,
Y las manchas visibles de su tristura.
Chinto Chenga de Sesori,
Apuñalado al salir de la iglesia,
Un viernes santo. Por una tortilla.
Changuito, de Sesori, también,
Enamoradísimo de su sombra alcohólica.
La Hierbabuena y su hijo alcapate,
Que arrastraron su indigencia
Por las callejuelas
De San francisco, Ahuachapán.
La Loca amparo en su desamparo.
La Juanita Tanates,
Sacándole ojos y secretos
A gorriones y grillos.
El tío Chilo se cortó las venas
Cuando descubrió pelos
En la sopa
Amorosa.
Fosforito, el carterista de La Vega,
Murió sin encenderse
Ante las sombras ni los asombros.
Fosforito que miraba sin ver.
Fósforo pequeño sin arder.
La Quiebracatres enterrada en petate.
El tío Manuelito Sonámbulo,
Violado por la siguanaba.
El Patas Heladas, incinerándose.
Las hermanas Joroba,
Haciendo bien de ojo
A los adultos más niños
Que las maldecían.
Todos personajes reales
De la amargura popular,
Que nunca tuvieron infancia,
Juventud ni estrella buena,
Siquiera para navidad.

DE LA OTRA CARA DE MONSERGA
2
Personajes de carne y huesos añejos,
Que nacieron y vivieron muriéndose,
Como lunares o pólipos,
A la siniestra de Dios Padre,
Con la vida en un hilo inexistente,
Personajes marginales
Que el sistema maldice
Y condena antes de que nazcan;
El hazmerreír
De la marunta
Y los comegentes más bestias.
A la siniestra de Dios Padre.
En El Salvador de la amargura popular.