BIENVENIDOS

BIENVENIDOS
Gracias por su visita

Carmen González Huguet

Recopiló: Lic. Jaime Noé Villalta Umaña
Prof. y Abg.
AMOR, ERES LO ÚNICO QUE TENGO...
Carmen González Huguet

Amor, eres lo único que tengo,
agua que entre mis dedos se diluye,
que cuanto más persigo, más me huye,
por más que mi penar sin fin prevengo.

Tenaz tormento que al latir sostengo,
casa en la arena que el azar destruye.
Lunar marea, medra y disminuye
la herida de vivir que en ella vengo.

Rota de sed, desnuda y calcinada,
mi boca tu veneno dulce bebe
y bebe tu palabra alucinada
mi oído fiel. Cautiva en tu mirada
se me queda la piel enamorada
del borbotar templado de tu nieve.

Humo toqué: ceniza, viva llama,
Y me quemé las manos y el aliento.
Nadie condene el daño que consiento:
Soy víctima y verdugo de mi drama.

Soy quien muere de sed y quien derrama
El agua que le sirve de sustento,
Quien construye su gozo y su tormento,
Quien dispone los hilos y la trama.

Que no encuentre consuelo quien remiso
A la cordura fue, huésped esquiva
De la ilusión que en polvo se deshizo,

Quien por su mal se quiso ver cautiva
De ese breve, engañoso paraíso
En tan estrecha gruta en carne viva.
Herida fui en el gozo, en el olvido
Libre me vi, desnuda y desolada.
¿Para qué libertad abandonada
Y palabras de amor en ciego oído?

¿Para quién hambre y sed en el sentido
Si me abraza la sombra demudada?
¿Para quién alma y boca enamorada
Si tengo el corazón de ausencia herido?

No hay cicatriz en esta piel serena
Que manifieste con su oscuro sello
La fiera luz que arde en cada vena.

Íntimo fuego del que soy destello:
A brasa fiel mi boca se condena
Para mirar arder tu fino cuello.

AUSENCIA
Carmen González Huguet

Cúbreme, amor, el cielo de la boca...
                                        Rafael Alberti
AIRE SÓLO, FERVOR QUE CALLO Y DIGO...

Aire sólo, fervor que callo y digo,
palabra que te nombra y te delata,
que te eleva en su vuelo o te maniata:
en mi boca te encierro o te prodigo.

Te dejo a la intemperie o al abrigo,
te guardo en ventisquero o en fogata.
Pródiga, codiciosa catarata,
vas en mi labio como fiel testigo

de todo lo que en él pones y eres,
de todo lo que en él tu sed convoca
y de lo que en su amor beber quisieres.

Silencia esta ebriedad que el labio aloca
y con el agua en que dichoso mueres
cúbreme, amor, el cielo de la boca.
 
ME DEVORA LA BOCA QUE ME BESA...
Carmen González Huguet

Me devora la boca que me besa,
me erosiona la voz que me acaricia
y me da vida la tenaz sevicia
de tu labio trocado en fiel pavesa.

Me asesina la mano que confiesa
lo que la voz no eleva a la caricia
me edifica tu labio y su codicia
que dilapida su lujuria aviesa.

Me reta y me sostiene tu locura,
me desalienta tu vivir sensato,
me desarma y cautiva tu ternura,

y en este canto preso que desato
se me enamoran alma, mente y boca
del mordiente clavel que las desboca.

¿QUÉ VA A SABER EL SOL DEL DÍA TRISTE?
Carmen González Huguet

¿Qué va a saber el sol del día triste?
¿Qué va a saber el agua de sequía?
¿Qué va a saber la luz de lluvia fría
y el viento de la rama que resiste?

¿Qué va a saber la llama que subsiste
de cenizas que apaguen su porfía?
¿Qué va a saber, por fin, de la alegría
esa nostalgia que su ser contriste?

Ven que te explique ese fulgor oscuro,
ese dolor amigo, ese ojo ciego,
ese frío quemándome en el fuego.

En la piel que me siembras de futuro
coróname de espuma, oculta yema,
que es jazmín del que sabe y del que quema.