Cuando vayan mal las cosas,
como a veces suelen ir;
cuando ofrezca tu camino
solo cuestas que subir.
Cuando tengas poco haber,
pero mucho que pagar,
y precises sonreír
aun teniendo que llorar;
cuando el dolor te agobie,
y no puedas ya sufrir,
descansar acaso debes...
¡pero nunca desistir!
Tras las sombras de la duda,
ya plateadas, ya sombrías,
puede bien seguir el triunfo,
no el fracaso que temías;
y no es dable a tu ignorancia,
figurarte cuán cercano
puede estar el bien que anhelas
y que juzgas tan lejano.
Lucha, pues, por más que tengas
en la brega que sufrir...
¡Cuando esté peor todo,
más debemos insistir!
Rudyard Kipling