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miércoles, 1 de diciembre de 2010

Silvia Elena Regalado

Recopiló:
Lic. Jaime Noé Villalta Umaña
Prof. y Abg.
CONVERSACIÓN CON DIOS
Silvia Elena Regalado
I
 
Alguno que otro día
me amanece el deseo de invitarte  un café
y abrazarme a la certeza con la que me nombraste para siempre.
Quiero escuchar  como respira en vos el universo,
descubrirme en el milagro sin edad de tus pupilas.
 
Días en los que necesito darte gracias
por  lo que  me concediste infinito,
por la posibilidad de hacer y re-inventar
cada trozo de vida a mi propia semejanza o a la tuya,
Por la angustia y la fe en lo que anhelo,
por la alegría simple de los frutos.
 
Vos sabes que este amor mío renegó tanto  de nombrarte.
Se ufanó de sí mismo,
evadiendo el diálogo cara a cara,
refugiándose en tu sustancia,
cumpliéndote en los principios
pero sin la humildad serena de aceptarte.
 
¿De qué he huido?
Si todo rumbo me devolvió tu aliento;
si toda libertad sin vos siempre fue cárcel.
Aquí estoy otra vez,
como emergiendo del útero materno:
confiándote mi vida,
abandonándome a tu ímpetu
despertando a tu amor
fundiéndome en tu nombre.
(Desnuda de mí)
II
No quiero buscarte en la derrota,
sostenerme en tu fuerza cuando flaqueo.
Yo quiero esta alegría limpia de intereses,
este nombre tuyo llenándome de flores,
ser parte de tu aliento  si respiro.
No quiero que este amor sea una falacia teórica,
un acuerdo callado
mientras la vida me habla en voz alta,
mientras alguien me grita
y yo vuelvo la espalda.
¿Tendrá sentido amarte,
si soy una más en la tragedia humana?
¿Si me resigno al miedo y no asumo la vida
con la misma pasión que me heredaste?
¿ Si cargo con la culpas, si te pronuncio,
pero no me perdono?
¿Si etiqueto  a los demás desde mi pequeñez
y no te descubro en ellos por tu grandeza?
No debes responderme.
Quiero ser tu respuesta.
(Desnuda de mí)

LA VIDA
A Silvia Matus
Silvia Elena Regalado
 
Esa tristeza rozándote  sin preguntarte
el gris inexplicable
que cae como tormenta sobre tu esperanza.
 
La vida es el puñal y la herida
la generosidad de millones de plaquetas
conteniendo  ríos de sangre.
La piel sana y nueva bajo una costra.
 
Un sueño  deshecho  contra el pavimento...
Navaja esperando a la vuelta de la esquina.
La vida es ese beso  desangrado en las paredes
y a veces su  respuesta purulenta.
 
Una boca oscura donde debes deslizarte a tientas
que nadie te vea  hecha una luz por su frontera...
 
Pero la vida es también la luz y la frontera
el precipicio más allá
el cielo
lo visto y lo que nunca será visto ni oído ni tocado
La música del cosmos en nuestras vísceras.
 
Los peces y los cantos de las aguas.
El sol para tu casa.
La frondosidad del árbol de jocote
resquebrajando suelos y paredes.
El sí que sólo irrumpe y es y crece.
 
La vida es la alegría de respirar profundo
el olor del segundo que se escapa.
 
El amor en las calles
que canta sobre  sangre y podredumbre.
 
El dolor la vida
el dolor que te punza
para volver a unirte los pedazos.
Es el dolor llamándote a tu centro
a tu sol de vos misma
a que seas así  vida de la vida
el sí que sólo irrumpe y es y crece.
 
OCTUBRE ES EL CULPABLE
Silvia Elena Regalado
 
Octubre no fue
un mes común de vientos
y piscuchas encumbradas por cipotes.
 
Octubre….
derrumbó el silencio,
me conjuró mujer,
te hizo hombre,
nos desnudó el espacio de pretextos,
y el amor fue
una batalla dulce de sudores.
 
Octubre se disfrazó
de junio, enero, marzo,
fluye en mis venas, como entonces,
acecha, sin medir las consecuencias;
octubre, compañero, es el culpable.
(libro Pieles de Mujer)
**
Cómo te explico
este fuego que arrasa y que me enciende:
nada se vuelve cenizas,
simplemente la luz es infinita.
(Libro Izquierda que aún palpitas)
**
Dios es el ojo de agua en el abismo de la nada.
La infinita rebelión de la luz en las tinieblas.
Quien pronuncia una flor
nombrando cada uno de sus átomos,
porque su palabra es semilla
de todo el universo.
Dios sin mantos ni barbas,
denudo sobre el lecho
de galaxias y novas.
(Libro Izquierda que aún palpitas)

¿VUELO O CAÍDA?
Silvia Elena Regalado
 
I
Te desprendés y sos lo que siempre te dijeron que no eras.
Sos lo que no sabías ser.
Sos lo más autentico de vos
y ahí no hay límites.
Volás y ya no sos ese vos que te construiste.
Ahí rompés los cálculos.
Vos en un latido del universo.
Materia y partícula de un ala.
Color que nos incendia.
El vuelo es ese azul orgásmico del cielo.
II
La gravedad te vence
y el único sentido de pelearse con la vida
es demasiada muerte.
Grave como la gravedad.
Fruto que se basta sin su árbol.
La caída es el anverso del paraíso:
Ventana donde nadie te ve
y vos devorás la intimidad
de todo lo visto.