Efrén Rebolledo
Mi corazón enfermo de tu ausencia
expira de dolor porque te has ido,
¿en dónde está tu rostro bendecido?
¿Qué sitios ilumina tu presencia?
Ya mis males no alivia tu clemencia,
ya no dices ternuras a mi oído,
y expira de dolor porque te has ido
mi corazón enfermo de tu ausencia.
Es inútil que finja indiferencia,
en balde busco el ala del olvido
para calmar un poco mi dolencia,
mi corazón enfermo de tu ausencia
expira de dolor porque te has ido.